8 de mayo de 2023
Autor:
Iván Castejón
Las semifinales de Champions se acercan, y con ellas un partido a la altura del prestigio de la competición. El Real Madrid se medirá al Manchester City en busca de un billete directo a la ansiada final de Estambul, que se disputará el 10 de junio en el Estadio Olímpico Atatürk.
El Manchester City cuenta con numerosos puntos fuertes que hacen que sea uno de los equipos más potentes del planeta. La excusa de los «petrodólares» es apta, pero proyectos multimillonarios de la misma índole hay muchos. Clubes como el Chelsea o el PSG tienen potenciales parecidos, pero resultados muy diferentes. El conjunto «blue» está haciendo las cosas muy bien a partir de explotar sus armas, pero nada es imposible. El Real Madrid juega su competición estrella, además de venir de ganar la Copa del Rey, una motivación extra para enfrentarse al equipo dirigido por Pep Guardiola.
El Manchester City se caracteriza por un estilo de juego distintivo basado en la posesión de balón y la presión tras pérdida. Su filosofía de «tiki-taka» se fundamenta en la construcción desde la defensa, utilizando pases precisos y una movilidad constante de los jugadores para abrir espacios. La versatilidad táctica es un aspecto clave, contando con constantes cambios de posición para confundir al adversario.
El Manchester City de esta temporada no es el mismo que el del año pasado. Uno de los elementos nuevos que ha incorporado es la alternativa de jugar en largo cuando el rival realiza una presión alta. Este recurso surge gracias a la presencia de Erling Haaland, un jugador que además de contar con una gran envergadura, presenta una zancada prodigiosa.
Otra de las claves del conjunto “blue” es la amplitud que presenta en todo el campo. Esta disposición, marcada por la presencia de extremos y laterales muy abiertos en banda, permite al equipo trazar diagonales desde fuera hacia dentro.
Esta anchura en el campo también juega un papel fundamental para explotar una de las virtudes más importantes de Haaland: su remate. La posibilidad de poder realizar centros al área cuando los partidos se atascan está siendo una de las grandes soluciones para el conjunto inglés esta temporada.
Haaland se ha convertido en el jugador más destacado del momento. Sus 51 goles durante esta temporada lo colocan como el centro de atención mediática. Sin embargo, es importante resaltar que Kevin De Bruyne juega un papel fundamental para los «Sky blues». Su presencia es esencial para establecer una conexión eficaz entre el centro del campo y los jugadores de ataque.
El centrocampista belga destaca por su visión excepcional del juego y su habilidad para distribuir pases precisos. Es el encargado de enlazar el juego entre líneas, encontrando espacios y generando oportunidades de gol para sus compañeros. Su capacidad para generar transiciones rápidas es impecable, siendo en la actualidad el jugador clave que potencia el rendimiento de Haaland.
Además de desempeñar un papel trascendental en estos aspectos, el ex del Wolfsburgo también ejerce una notable influencia en la faceta defensiva. Su incansable trabajo en la presión y la recuperación del balón permite que el equipo mantenga una estructura sólida.
La mejora de jugadores como Grealish, más adaptado al juego de Guardiola, y la presencia de futbolistas de la calidad técnica de Bernardo Silva y Mahrez hacen que el engranaje ofensivo sea prácticamente perfecto. Pero no todo se basa en el juego de ataque. Otros jugadores, como Rodri y Gündoğan, aportan el equilibrio necesario a un club que se postula como uno de los máximos favoritos para levantar «La Orejona».