29 de enero de 2025
Autor:
Emilio Gracia
Dos goles de Rodrygo y otro de Bellingham dan la victoria al Real Madrid en el complicado campo del Brest. No hubo carambola para pasar directamente a octavos de final
Ni la niebla de las bengalas que retrasaron el pitido inicial cinco minutos, ni el mal estado del terreno de juego, ni el correoso rival acorde a la personalidad bretona, alteró a un Real Madrid que ha puesto el piloto automático para, en la fase decisiva de la temporada, ganar partidos sin aparentes fisuras. La cómoda victoria en el complicado Stade du Rodourou de Guingamp por 0-3, no libra al actual campeón de Europa del cruce de dieciseisavos ante Manchester City o Celtic, pero deja tranquila a una parroquia blanca que ve el futuro con optimismo. Es oler las eliminatorias y meter el actual campeón la sexta velocidad en su competición.
Ancelotti movió varias piezas en relación al último partido de Liga en Valladolid: Mendy y Lucas Vázquez ocuparon los laterales en detrimento de Fran García y Asencio, y Modric tomó las riendas en la medular en detrimento de Ceballos. Detectó el Brest el lado débil de la zaga de Ancelotti volcando el juego por la parte izquierda de su ataque, derecha de la defensa blanca, en los compases iniciales del duelo. Eran, de inicio, ataques rápidos y directos con la intención de buscar rechaces y segundas jugadas. Mbappé, en medio de un mar de silbidos, monopolizaba los primeros ataques del actual campeón de Europa.
Rodrygo de cabeza, a centro de Lucas Vázquez, estuvo a punto de hacer el primero. El brasileño está de dulce y en la jugada siguiente puso el balón en la cepa del poste en una brillante jugada personal en la que recibió en el pico del área y sentó a cuantos rivales le salieron con la finura y delicadeza de un jugador alérgico a los goles feos.
El gol bajó las revoluciones del Brest. Sin hacer nada del otro mundo el rey de Europa estaba por delante con la sensación de tener todo bajo control. Mama Baldé, de volea dentro del área, firmó la ocasión más clara del Brest. La calidad del medio campo del Real Madrid iba poco a poco percutiendo la moral de un rival al que le empezaba a faltar el ímpetu inicial.
La tónica tras el descanso no cambió y en el minuto 56 Bellingham hizo el 0-2 en una jugada en la que también pudieron marcar Mbappé y Lucas Vázquez. En esos momentos, el Madrid estaba a dos goles del top-8 y de evitar al Mánchester City. Los franceses reaccionaron lanzándose al ataque. Rodrygo, a la contra, estuvo a un tris de hacer otro gol memorable en una cabalgada iniciada en medio campo. Con la ausencia de Vinicius por sanción suyo fue el flanco izquierdo, el lugar del campo en el que más cómodo se siente.
Güler por un apagado Brahim fue el primer cambio para reactivar el ataque. En ese momento los resultados combinados del resto de partido impedían la clasificación directa a octavos se marcasen los goles que se marcasen. Por si acaso, en el 78, Rodrygo cazó en el área pequeña un rechace del portero a tiro de Mbappé para hacer el segundo en su cuenta particular. De nuevo el partido volvió a inclinarse sobre la portería de un Brest que entregaba la cuchara.
Alaba volvió a tener minutos y Asencio entró por Lucas Vázquez, posición a la que oposita para los partidos importantes como buen canterano reencarnado en el histórico Nacho. Los últimos minutos se fueron entre cuentas en el banquillo, dos ocasiones de Mbappé y un zurriagazo desde fuera del área de Valverde. El viernes sorteo para saber si el rival será el Manchester City o el Celtic con la vuelta en el Bernabéu. Empieza lo bueno.
Brest: Biot, Lala, Chardonnet, Coulbaly, Pereira; Fernades, Camara (Sima min 70), Doumbia (Faivre min 61), Magnetti (Melou min 61); Ajorque, Baldé (Castillo min 70).
Real Madrid: Courtois; Lucas Vázquez (Asencio min 82), Tchouaméni (Alaba min 82), Rüdiger, Mendy; Valverde, Modric (Endrick min 88), Bellingham (Ceballos min 82), Brahim (Güler min 72); Rodrygo y Mbappé.
Goles: 0-1 Rodrygo min 27; 0-2 Bellingham min 56; 0-3 Rodrygo min 78.
Árbitro: Esper Eskås, con Dingert en el VAR. Amonestó a Tchouameni, Rudiger y Bellingham por parte del Real Madrid; y a Pereira por parte del Brest.