Fuente: Imagen elabora por Remontada Blanca

Superliga sí y ya

22 de noviembre de 2023

Lesiones Camavinga y Vinicius Real Madrid Superliga

Autor:
Emilio Gracia


Las lesiones de Vinicius y Camavinga ponen el foco en la necesidad de una nueva organización del fútbol. Un nuevo modelo en el que los clubes tengan el poder real sobre los futbolistas, sus principales activos.

21 de diciembre de 2023. Esa es la fecha. En la jornada previa al sorteo de navidad, el fútbol europeo buscará su particular “gordo”. Ese día el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) hará pública una sentencia que marcará el futuro del fútbol mundial y sobre la que no se podrá interponer recurso. Está en juego el alumbramiento de un nueva organización del deporte rey que acabe con la sinrazón imperante. Un fallo favorable permitirá a los clubes organizar, sin amenazas mafiosas de por medio, sus propias competiciones al margen de la UEFA como, por ejemplo, ocurre con el baloncesto y la Euroliga, así como tener el control real sobre sus principales activos: los futbolistas.

Las normas de competencia de Bruselas hacen que, sobre el papel, parezca difícil que la Unión Europea falle a favor de que Ceferin siga ejerciendo un monopolio sobre la organización de las competiciones europeas. Pero la lógica en justicia no siempre se cumple y los intereses que están en juego son muy golosos. No hay que olvidar que enfrente están Catar y Emiratos Árabes Unidos, brazos armados del PSG y Mánchester City y socios preferentes de la UEFA. Enemigos muy fuertes en una batalla cruenta. Al otro lado el Real Madrid de Florentino Pérez, único club con agallas para dar la cara y defender lo que parece más justo.

Cambios necesarios

Es de necios no ver que el fútbol actual necesita un cambio radical a todos los niveles para seguir siendo atractivo y competitivo. La UEFA lleva años permitiendo que clubes Estado hagan y deshagan a su antojo lo que les parece, saltándose todas las normas habidas y por haber sin sanción alguna. Tal negligencia ha generado una hiperinflación en el mercado de traspasos y sueldos que ha ahogado económicamente a varios clubes históricos.

Es fundamental un nuevo modelo de competición más atractivo, que ofrezca partidos de calidad amparados en una organización seria que obligue a todos los clubes a jugar con las mismas reglas. Las ligas nacionales, destruidas por el gigante de la Premier League que todo lo devora, urgen también un cambio. En clave nacional, el futuro de La Liga pasa por una reducción de equipos y por partidos programados en franjas horarias lógicas y fechas que no hagan imposible seguir una competición en la que cada jornada se juega en cuatro días y diez horarios diferentes. Una locura absurda e incongruente.

Poder sobre los jugadores

Otra vertiente de una sentencia favorable a los intereses de Superliga pasaría porque el poder de los clubes sea total y absoluto sobre sus futbolistas. Los parones de selecciones cada dos por tres para que UEFA, CONMEBOL o FIFA inflen sus cuentas corrientes a costa de activos ajenos son inconcebibles. Basta ya de jugar a la ruleta rusa cada mes y medio con decenas de partidos intrascendentes y poco atractivos para el aficionado medio que ponen en peligro la integridad de los futbolistas.  Las lesiones de Camavinga (10 semanas) y Vinicius (8 semanas) son el penúltimo despropósito que puede marcar el futuro del Real Madrid en un periodo crucial de la temporada. Todo esto está en juego el 21 de diciembre.

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