31 de marzo de 2024
Autor:
Emilio Gracia
Un solvente Real Madrid vence por 2-0 al Athletic de Bilbao en un encuentro que deja el título muy de cara para los blancos. Rodrygo, con dos soberbios tantos, logra el MVP el partido. Militao volvió a jugar tras siete meses de baja
Rodrygo celebrando uno de los tantos marcados. Imagen Real Madrid.
A falta de ocho jornadas para el final de Liga el Real Madrid despachó con facilidad y sin brillantez uno de los partidos más complicados que le quedaban de aquí al final de temporada en el torneo de la regularidad, para seguir en lo alto de la tabla con ocho puntos de ventaja sobre el Barcelona, su más inmediato perseguidor. Sin hacer un partido primoroso y también sin pasar apuros, los hombres de Ancelotti economizaron esfuerzos en vista de lo que viene y no hicieron más de lo estrictamente necesario para lograr tres puntos que dejan la 36ª Liga al alcance de la mano.
El comienzo del partido dejó entrever que ambos conjuntos no iban a soltarse la melena con facilidad. Ancelotti resolvió la ausencia de Vinicius por acumulación de amonestaciones dando entrada en el once a Brahim Díaz. Nacho se situó en el centro de la zaga junto a Rudiger y Tochouaméni ocupó el puesto de cinco. Ernesto Valverde, sin Nico Williams por una sobrecarga, salió con prácticamante todo pese a tener en seis días la final de Copa del Rey frente al Mallorca. La posibilidad de meterse en Liga de Campeones es un caramelo muy apetecible para los leones. Por las cosas del marketing el Real Madrid jugó de violeta y el Athletic de Bilbao de blanco.
En el minuto cinco el Athletic ya había forzado tres córners. Dominaban los leones y se oía algún pito en el Bernabéu cuando en la primera jugada elaborada por el Real Madrid Rodrygo agarró la pelota en el flanco izquierdo y fue eliminando rivales hasta depositar la pelota en la escuadra izquierda de la portería de Aguirrezabala. Un golazo de campanillas. Al brasileño le gusta la presión y cada vez que lleva el peso del ataque blanco por la ausencia de Vinicius muestra su mejor cara. También tiene que ver que partir desde la izquierda, su posición natural, es para él un alivio.
El conjunto de Ancelotti estaba cómodo viendo al finalista de Copa llevar la manija del partido en bloque medio, con un Brahim que desde la derecha pasaba y desbordaba con la naturalidad del gran futbolista que es, y un Rudiger inexpugnable en la retaguardia. Las posibilidades de hacer carrera en la Liga de Campeones esta temporada van a depender mucho de que el defensa alemán mantenga su actual estado de forma, así como de su capacidad y suerte para evitar lesiones y sanciones. Los vascos no lograban dar velocidad al juego desde la medular para hacer daño al líder de la Liga que jugaba a lo que le convenía.
El reloj sobrepasaba la media hora y las ocasiones en ambas porterías brillaban por su ausencia. Pese al tempranero gol del Rodrygo el partido no se terminaba de abrir y una ligera música de viento volvía a sentirse en un coliseo blanco que volvió a cerrar su techo. Un tiro lejano de Kroos y una volea de Valverde obligaron a mostrar la mejor versión de Aguirrezabala, guardameta de muy buenas hechuras. La primera parte concluyó con un cabezado de Tchouaméni a la salida de un saque de esquina tocado por Kroos que salió desviado por un pelo.
Los segundos cuarenta y cinco minutos fueron harina de otro costal. Se escuchó en el túnel de vestuarios que la Liga estaba en juego y los jugadores que lucían la casaca violeta salieron a por ella. Las revoluciones subieron y Brahim, en el minuto 48, estuvo a punto de hacer el 2-0, pero su disparo se estrelló en la madera tras una jugada fabricada por Rodrygo, de nuevo desde la izquierda. Respondieron los visitantes con una volea de Iñaki Williams a la salida de un saque de esquina que sacó Lunin. Definitivamente el ucraniano ha roto a guardameta de altísimo nivel. El partido se jugaba a otra velocidad.
Los locales, por primera vez en todo partido, tenían el control del juego desde la posesión el cuero. Rodrygo fue objeto de un penalti claro tras un fuera de juego inexistente al llegarle el balón desde un jugador rival. Arberola Rojas se comió la jugada y Pulido Santana, desde el VAR, se lavó las manos. Fue tremendamente sorprendente la rapidez con la que se resolvió la acción.
El partido no era bueno pero parecía que el 2-0 estaba más cerca que el 1-1. Ancelotti movió el banquillo y dio entrada a Joselu por Brahim. El italiano intuía que los tres puntos que acercasen la Liga podían estar en un remate certero de un nueve puro. Estaba equivocado. Rodrygo, en carrera, recibió un preciso envío de Bellingham, deshaciéndose de su marcador con pasmosa facilidad para poner el balón al primer palo. Una definición perfecta para poner el 2-0 en el marcador. Acabó la contienda con la reaparición de Militao, tras siete meses en el dique seco, ovacionado por un Bernabéu que ya huele la presa del 36º título de Liga.
Real Madrid: Lunin; Carvajal (Militao min 91), Rüdiger, Nacho, Mendy; Kroos (Camavinga min 81), Tchouaméni, Valverde (Lucas Vázquez min 81), Bellingham; Rodrygo (Modric min 81) y Brahim (Joselu min 70).
Athletic de Bilbao: Agirrezabala; De Marcos (Yuri min 57), Paredes, Yeray (Vivian min 23), Lekue; Vesga, Prados (Ruiz de Galarreta min 56); Iñaki Williams, Sancet (Muniaín min 76), Berenguer; Guruzeta (Ares min 58).
Goles: 1-0 Rodrygo min 8; 2-0 Rodrygo min 72.
Árbitro: Arberola Rojas. Amonestó a Tchouaméni, Nacho por parte del Real Madrid.