25 de enero de 2024
Autor:
Emilio Gracia
Las tretas de la directiva del FC Barcelona y Jaume Roures han permitido a los azulgrana jugar con unas normas distintas a las del resto de equipos de La Liga gracias al visto bueno de Javier Tebas utilizando palancas mágicas
Laporta y Tebas. Imagen LaLiga.
El barcelonismo no baja el pie del acelerador. El arbitraje del pasado domingo en el Santiago Bernabéu en el que el VAR revisó de manera justa tres jugadas que hubiesen perjudicado al R. Madrid ha sido la excusa escogida por los antimadridistas para sembrar el caos en una competición cuya credibilidad está por los suelos debido a los continuos chanchullos protagonizados por el FC Barcelona.
El caso Negreira, las falsas palancas patrocinadas por Roures imprescindibles para inscribir a los fichajes, las reuniones secretas con Tebas o la filtración de los audios del VAR del Almería- R. Madrid al entorno culé, demuestran que los que dicen que la competición está adulterada son en realidad los adulteradores de la misma.
Laporta es un vendedor de humo profesional. El hombre que se hizo con la presidencia del Barcelona tras abrazar un maniquí de Messi y poner una lona junto al Bernabéu tiene en Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), a uno de sus principales aliados.
Las palancas ficticias con el visto bueno de la LFP han sido el as en la manga del Barcelona para saltarse el fair play financiero una y otra vez. Esa estrategia fue clave para vender más 700 millones de euros en patrimonio desde 2022 y poder inscribir a Lewandowski o Kounde, fichajes fundamentales para ganar la Liga de la temporada pasada. Pero en las palancas hay más luces que sombras.
La venta de Barça Studios es la palanca mágica. En 2022 Laporta vendió el 25% de dicha sociedad tasada en 400 millones de euros a Socios.com por 100 millones. Tanto la tasación de la sociedad como el precio de venta estaban, según varios expertos, fuera de mercado. Laporta estiró el chicle y vendió por otros 100 millones el 24,5 % de Barcelona Studios a Orpheus Media, empresa administrada por Jaume Roures, socio del Barcelona y hombre fuerte de Mediapro, la empresa que gestionó el VAR en la temporada 18-19 (la primera en que se aplicó en la Liga) y que lo volverá a gestionar a partir de la temporada 24-25. Para hacer más rocambolesca la historia Roures avaló 30 millones de euros para que Laporta pudiese ser investido presidente del Barcelona en 2021. De los 200 millones de la venta del 50% de Barça Studios únicamente se materializaron 10.
Mediapro es la la empresa que gestiona la difusión audiovisual de la Liga y la realización de los partidos. Es, por lo tanto, quien decide qué acciones de los encuentros se envían a las televisiones que compran los derechos de la competición con todo lo que ello supone.
Dice Laporta que la Liga está adulterada por tres decisiones del VAR en un partido, pero no le parece que lo esté por el caso Negreira o porque la empresa del hombre encargado de la realización de la Liga y que va a volver a controlar el VAR sea avalista y “palanquista” del Barcelona. Cualquier departamento de compliance medianamente serio estallaría por los aires ante semejante cúmulo de situaciones.
La penúltima jugada de la palanca mágica Barça Studios ha sido reconocer públicamente que de los 200 millones de la venta de 2022 únicamente se materializaron 10. Al comprobar que la LFP miraba para otro lado Laporta subió la apuesta y fabricó otra palanca consistente en vender el 29,5 % de la venta ficticia del 49% Barça Studios, a Libero Footbal Finance AG y NIPA Capital B.V. por 40 millones de euros. El dinero, una vez más, nunca llegó, pero la treta les valió para inscribir a Gundogan, Oriol Romeu e Iñigo Martínez.
Todo el mundo debe saber que la actual plantilla del Barcelona ha sido confeccionada gracias a unos ingresos que jamás existieron para poder saltarse el fair play financiero. Eso sí que es adulterar la competición.