El Real Madrid confirma su segunda derrota consecutiva como visitante tras estrellarse contra la Real Sociedad en un partido marcado por la baja intensidad del equipo y la polémica arbitral.

Una primera parte gris

La noche de San Sebastián marcó el inicio de la jornada 33 con un partido que tuvo lugar en el estadio «Reale Arena». El encuentro, que podría ser considerado por muchos como un mero trámite antes de la final de Copa, dejaría malas sensaciones al equipo dirigido por Carlo Ancelotti.

El partido comenzaba con un ida y vuelta constante en el que ambos equipos se acercaban al área rival sin mucho peligro. La primera gran ocasión vino por parte del Real Madrid, que con un remate imperial de Éder Militāo pondría a prueba a Remiro. Minutos después, en el 15 de partido, Zubimendi estrellaría el balón en el larguero igualando así las ocasiones de ambos equipos.
El partido avanzaba y el primer susto vendría por parte de Militāo, quien tras torcerse el tobillo estaría tendido en el suelo durante varios minutos. Tras salir del campo y volver a reincorporarse, David Silva tendría la posibilidad de marcar tras una gran galopada de Sørloth en banda derecha. 

La Real Sociedad seguía con su buen juego, y tras diferentes ocasiones, llegaría un posible penalti de Militão que el árbitro no marcaría como infracción. Esto provocó un gran descontento en el equipo local, que reclamó la acción de manera desesperada ante la pasividad del arbitro.
Sin mucho más que destacar, los primeros 45 minutos llegarían a su fin, pudiendo ensalzar el buen partido de Tchouaméni, quien afrontó con buen criterio su rol en la primera parte. Rodrygo, otro de los grandes destacados, dejó algún destello de calidad con numerosos desbordes y con una gran movilidad en todo el frente de ataque.

Una segunda parte para olvidar

La segunda parte comenzaría con una de las «maldiciones» más conocidas en la historia del fútbol: «la ley del ex«. Tras un grave error de Militāo en la entrega, Courtois quedaría vendido ante el exmadridista Takefusa Kubo, quien pondría por delante al conjunto Txuri-urdin. 

Los cambios no se harían esperar, y en el minuto 60 Ancelotti daría entrada al canterano Álvaro Rodríguez, enviando así al banquillo a un Mariano que no aprovechó su titularidad. 
Instantes después llegaría una de las grandes polémicas del partido. Carvajal, quien recibió la primera amarilla de forma dudosa, vería la segunda en el minuto 61 tras tocar claramente el balón en una acción dividida con Aihen Muñoz. De esta forma, el Real Madrid tendría que afrontar los siguientes 30 minutos con un futbolista menos, algo que terminó de sentenciar las posibilidades del conjunto de la capital. 
A su vez, esto derivó en la entrada de Lucas Vázquez por Toni Kroos, reforzando así una defensa que quedaba coja.

El Real Madrid seguía sin encontrarse y no pudo crear ninguna ocasión clara que le permitiese empatar el partido. El equipo no reaccionaba, y la entrada del canterano Arribas se produjo en el minuto 82 por un desaparecido Marco Asensio. 
El calvario del equipo parecía insalvable y el desastre final se acercaba. Tras una gran jugada del equipo vasco, el recién incorporado Ander Barrenetxea pondría el definitivo 2-0, cortando de raíz las aspiraciones del conjunto merengue.
La sentencia había llegado y los minutos seguirían corriendo. Tras cinco de añadido, el pitido del árbitro pondría punto y final a un partido desastroso donde el Real Madrid deja dudas antes de la final de Copa y las semifinales de Champions.