8 de mayo de 2024
Autor:
Emilio Gracia
Dos goles del canterano en los minutos 87 y 91 y una actuación estelar del brasileño clasifican a los blancos para una nueva final de la máxima competición continental tras otra remontada memorable. El Real Madrid buscará ante el Borusia de Dortmund su decimoquinta Liga de Campeones
Joselu celebrando uno de los tantos. Imagen Real Madrid
El madridismo debe ser consciente de que ante sus ojos está pasando la época más brillante de la historia del mejor equipo de todos los tiempos. Guarden en su memoria y discos duros toda la información posible en forma de recuerdos, vídeos, artículos de prensa y fotografías porque sus nietos les preguntarán constantemente dentro de unos años por este periodo de vino y rosas. El próximo 1 de junio el Real Madrid jugará en Wembley su sexta final de la Liga de Campeones en las últimas once temporadas, tras pisar diez de las últimas doce semifinales. La regularidad demostrada en esta última década por un grupo de jugadores que ya son leyenda no se ha visto en la historia del fútbol mundial y pasarán muchos años hasta que otro club se acerque a estos números, si es que se acerca.
El Bayern de Múnich, como era de esperar, vendió muy cara su derrota. Los alemanes son un hueso duro de roer y Davies puso contra las cuerdas al Rey de Europa a veinte minutos del final. En esas entró en juego el Bernabéu. Vinicius, demostrando que si no es el mejor jugador del mundo está a milímetros de serlo, y Joselu, héroe inesperado, compraron el billete a Londres para hacer felices a millones de madridistas en todo el planeta. No hay club que se maneje como el Madrid en este tipo de circunstancias en las que los mejores deben demostrarlo templando los nervios y dando lo mejor de sí.
Ancelotti no hizo variaciones en relación al once esperado, con la única novedad de Carvajal tras su ausencia en el Allianz Arena por sanción. Tuchel movió varias piezas. De Ligt regresó al centro de la zaga tras su lesión y Mazraoui dejó en el banquillo a Davies. En el medio Pavlovic entró por Goretzka y Gnabry, ya recuperado de sus molestias musculares, fue de la partida, pasándole pronto factura la exigencia física del partido.
Comenzó la contienda con el Madrid dominando y presionando y el conjunto bávaro agazapado en bloque bajo a la caza de contraataques. Una penetración de Carvajal estuvo a punto de ser rematada por Rodrygo en el minuto 2. Gnabry devolvió la ocasión gracias a una buena combinación en el centro del campo alemán acelerada con un certero pase vertical de Pavlovic. El gol estuvo a punto de llegar al filo del primer cuarto de hora con una doble ocasión: Vinicus estrelló el esférico en el poste tras una internada de Carvajal y el rechace fue a parar a los pies de Rodrygo, al que le faltó potencia para derribar el muro de Neuer. Fue un error buscar colocación en lugar de fuerza. El partido era del Real Madrid.
Pasado el primer cuarto de hora el Bayern comenzó a elaborar el juego desde el fondo de la cueva. El partido se jugaba a toda pastilla y lo pagó Gnabry, que se rompió en el minuto 27. Kroos dirigía al equipo metido entre los centrales y Bellingham se movía con soltura y peligro en la media punta. En esas Kane puso a prueba a Lunin con una media volea ajustadísima desde fuera del área que el ucraniano, por si acaso, desvió a córner. Había más juego que ocasiones de peligro.
Un centro de Rodrygo que nadie tocó estuvo a punto de acabar en el fondo de la red. Ambos entrenadores aleccionaron a las mil maravillas a sus jugadores pues nadie se comía ninguna cobertura y las marcas y ayudas, en zonas peligrosas, eran férreas. Y así se llegó al descanso.
El inició de la segunda parte calcó a la primera y Vinicius puso a los pies de Valverde un balón que el uruguayo no suele fallar, respondiendo Davies con una internada por la izquierda que acabó en saque de esquina tras interceptar el chut Carvajal. El brasileño estaba en plan martillo pilón y daba la sensación de que el primero que marcase se llevaría el gato al agua.
Rodrygo volvió a tener el 1-0 a pase de un Vinicius que destrozaba a la defensa bávara cada vez que encaraba, y en una falta desde la frontal. Neuer sacó milagrosamente el primero de los merengues repeliendo un chutazo de Vinicius a saque de esquina. El partido era por momentos un espejo y Musiala probó a Lunin con la escasa recompensa de un nuevo saque de esquina.
Los nubarrones se atisbaron en el minuto 67 para el Rey de Europa. Davies, desde la izquierda, culminó con maestría una contra con un certero disparo cruzado con la diestra ante el que Lunin no tuvo respuesta. El 0-1 fue un jarro de agua fría. Ancelotti movió el banquillo y Camavinga y Modric entraron por Kroos y Tchouaméni. Empató Nacho dos minutos después pero el VAR anuló el tanto por falta del capitán blanco sobre Kimmich, y Kane tuvo el 0-2 con un disparo que se estrelló en el lateral de la red.
A falta de diez minutos Ancelotti sacó la doble carta de Joselu y Brahim, que sería la ganadora. El italiano buscaba otro encarador y remate y lo encontró con creces. Vinicius estuvo punto de conectar entre palos un preciso centro de Rudiger. El partido entraba en la fase de la épica y el público del Bernabéu, que lo sabía, apretaba. Y la heroica llegó con el enésimo desborde de Vinicius que Neuer despejó mal para que Joselu se hiciese con el rechace y pusiese el empate en el marcador. Y la épica continuó con Joselu, de nuevo, en el papel de protagonista. En el descuento el canterano gallego embocó en boca de gol una jugada en la que los merengues, a base de empuje y pases en el área, embotellaron a los alemanes. El suspense del VAR hizo que el tanto se cantase dos veces.
El Bernabéu era una fiesta para certificar que el Real Madrid irá a Wembley a disputar su decimoctava final de la Liga de Campeones. Disfruten de unos momentos que se escribirán con letras de oro en el libro del mejor equipo de la historia.
Real Madrid: Lunin; Carvajal, Rüdiger, Nacho, Mendy; Tchouaméni (Camavinga min 69), Kroos (Modric min 69), Valverde (Joselu min 80), Bellingham (Miliato min 99); Rodrygo (Brahim min 80) y Vinicius.
Bayern Múnich: Neuer; Kimmich, Dier, De Ligt, Mazraoui; Pavlovic, Laimer; Sané (Kim Minjae min 75), Musiala (Muller min 84), Gnabry (Davies minuto 27) y Kane (Choupo- Moting min 84).
Goles: 0-1 Davies min 68; 1-1 Joselu min 88; 2-1 Joselu min 91.
Árbitro: Szymon Marciniak, con Tomasz Kwiatkovwski en el VAR . Amonestó a Camavinga por parte del R. Madrid.