Feller, Linda Caicedo y Signe Bruun sellaron la victoria blanca ante un Eibar muy replegado y con una gran Astralaga bajo palos.

Tras el parón de selecciones volvía la Liga F para tomar la recta final a la competición. Tan solo seis jornadas para dar fin a la competición regular. El Real Madrid viajaba a Guipúzcoa para medirse frente al Eibar en Ipurua. El conjunto blanco llegaba al norte de España con otra baja sensible, la de la mediocentro francesa Sandie Toletti por molestias en la rodilla.

Primera parte

El Eibar lo tenía claro desde el primer minuto: resistir. Con una defensa poblada, llegando a formar líneas de seis e incluso siete jugadoras en algunos tramos del encuentro, el equipo vasco se replegó en su campo con un objetivo definido: aguantar el empuje del Real Madrid, ceder la posesión y tratar de aprovechar cualquier despiste en campo rival para salir al contraataque.

Bajo ese guion, el conjunto blanco se adueñó del balón y del ritmo del partido, acumulando llegadas al área rival pero sin el filo necesario para romper el empate inicial. Las madridistas tocaban y tocaban, buscando espacios entre la maraña defensiva del Eibar, que resistía con orden y contundencia. No fue hasta el minuto 15 cuando llegó el primer remate entre los tres palos: Feller, de cabeza, logró conectar un disparo que, si bien no fue especialmente peligroso, sirvió para encender la chispa de lo que vendría después.

Caroline Weir fue quien más insistió en romper el empate. Primero lo intentó con un disparo lejano en el 19′ que se marchó desviado, pero en el 22’ estuvo a punto de firmar un golazo: otro zurdazo desde fuera del área se estrelló en la cruceta y salió despedido.

El protagonismo, sin embargo, se lo llevaría Eunate Astralaga. La guardameta armera se vistió de heroína durante el partido. En el minuto 27 con una doble parada salvadora, primero detuvo un remate de Alba Redondo y, en la misma acción, paró el disparo de Weir que pudo haber significado el 0-1.

La ocasión más clara del primer tiempo también la tuvo el Real Madrid. Feller, tras una jugada brillante iniciada por Angeldahl y un control exquisito de Athenea por la derecha, recibió un centro raso al área pequeña. Entró con todo, pero su remate se marchó fuera incomprensiblemente, dejando escapar una oportunidad inmejorable.

Weir siguió siendo el faro ofensivo del equipo blanco, generando juego y sumando intentos, aunque sin fortuna de cara al gol. En los minutos finales de la primera mitad, Linda Caicedo ofreció una muestra de su calidad, deshaciéndose de hasta cuatro defensoras antes de disparar dentro del área. Otra vez, Astralaga estuvo inmensa para negar el gol. El rechace le cayó a Weir, que buscó el ángulo con un disparo elevado que volvió a estrellarse contra la parte alta del larguero.

Pese al dominio claro del Real Madrid, las oportunidades desaprovechadas y la actuación estelar de la portera local mantuvieron el marcador en blanco. Con el 0-0 se llegó al descanso, con un Eibar resistente y un Madrid que mereció más, pero no encontró el camino al gol.

Segunda parte

Tras un primer tiempo de asedio sin premio, la segunda parte arrancó con novedades en ambos banquillos. En el Real Madrid, Lakrar dejó su lugar a la joven canterana Silvia Cristóbal, quien debutó con el primer equipo, sumando sus primeros 45 minutos con el primer equipo. Un estreno sin excesiva exigencia defensiva, pero con mucho valor simbólico para la cantera blanca.

Y no tardaron las madridistas en hacer valer su dominio. A los cinco minutos de la reanudación, el muro del Eibar por fin se vino abajo. Yasmin puso la directa por la banda izquierda, desbordó a su par y colocó un centro medido al corazón del área. Allí, Naomie Feller, que había dejado escapar varias oportunidades en la primera mitad, no falló esta vez: cabezazo picado y 0-1 en el marcador.

Con el marcador abierto, el Real Madrid jugó con más soltura y tuvo el segundo casi a punto. Una buena combinación del equipo terminó en los pies de Feller, que con la portera ya vencida, en lugar de rematar decidió asistir al centro del área. Cuando parecía más fácil marcar que fallar, el disparo de Alba Redondo se estrelló en el palo. Pocos minutos después, lo volvió a intentar de cabeza, pero esta vez fue la cruceta la que impidió su gol.

El Eibar, por su parte, tuvo su primer acercamiento con peligro en el minuto 69. Monnecchi, recién ingresada, se escapó por banda derecha dejando atrás a Yasmin y puso un centro raso que llevaba veneno. Sin embargo, Misa Rodríguez, muy atenta, sacó una mano providencial abajo para desviar el balón antes de que encontrara rematadora.

Pese al intento de las armeras por meterse en el partido, el Real Madrid volvió a tomar las riendas y siguió insistiendo. Astralaga, que ya había brillado en el primer tiempo, volvió a lucirse con intervenciones clave.

Aun con ello, en el minuto 79, Linda Caicedo firmó una auténtica obra de arte: tras un pase de tacón magistral de Signe Bruun, la colombiana se fue de tres defensoras por la izquierda y sacó un disparo potente al centro de la portería que terminó en el 0-2. Imparable. Instantes después, Weir lograría marcar su gol, pero el tanto sería anulado por fuera de juego. La escocesa, que lo había intentado durante todo el encuentro, se quedó sin el premio.

Ya en el tiempo de descuento, llegaría la sentencia definitiva. Irune Dorado, otra joya de la cantera blanca, filtró un pase al espacio perfecto para que Signe Bruun definiera con frialdad ante Astralaga.

El 0-3 cerró un encuentro en el que el Real Madrid fue claro dominador y, aunque tardó en encontrar el camino al gol, acabó llevándose los tres puntos con justicia.

Ficha técnica