28 de abril de 2023
Autor:
Nau Amiri D’Antonio
El segundo partido de la serie de playoff de la Euroliga entre el Real Madrid y el Partizán de Belgrado fue testigo de una imagen inusual y preocupante. Con solo 1 minuto y 40 segundos restantes en el reloj, el equipo local perdía abrumadoramente ante sus rivales cuando Sergio Llull realizó una antideportiva contra Punter, desatando el caos en la cancha.
El enfrentamiento resultó en una pelea masiva entre los jugadores, con empujones y puñetazos que los árbitros no lograron controlar. En las imágenes captadas, se pudo ver a Yabusele tirando a Exum al suelo y a Punter golpeando a Musa en el rostro. La gravedad de la situación llevó a los jugadores a ser escoltados fuera de la cancha por razones de seguridad.
Después de revisar la situación, los árbitros decidieron suspender el partido con un minuto restante y otorgar la victoria al Partizán con un marcador final de 80-95. La deportividad y la tranquilidad se manifestaron en la figura de Zeljko Obradovic y Rudy Fernández, quienes salieron de la cancha conversando de forma amistosa.
Las consecuencias de la pelea no se hicieron esperar. Todos los jugadores del Real Madrid fueron descalificados del partido, en total 21 jugadores descalificados sumando también los del Partizan según confirmó la Euroliga en un comunicado.
Hace unos minutos se han conocido las sanciones impuestas por el juez disciplinario de la Euroliga, siendo los dos equipos sancionados con una cantidad de 50.000 Euros. En cuanto a los jugadores, Yabusele se le ha castigado con 5 partidos de suspensión, Punter con 2 partidos y finalmente Deck y Lessort ambos con 1 partido.
Este lamentable episodio pone en duda la capacidad de los jugadores de mantener la calma y el respeto en situaciones de alta presión. Los equipos y las ligas deben trabajar juntos para implementar medidas que promuevan el fair play y eviten la violencia en el deporte.