27 de abril de 2024
Autor:
Emilio Gracia
El conjunto alemán regresa a unas semifinales de la Liga de Campeones tres temporadas después. Kimmich y Musiala, fundamentales en el juego ofensivo de los alemanes. Gnabry y Sané son duda en el once del Bayern por problemas físicos
Los jugadores del Bayern celebrando el 1-0 marcado por Kimmich en la vuelta de los cuartos de final frente al Arsenal disputada en Múnich. Imagen AS
Tres temporadas después el Bayern de Múnich vuelve a pisar unas semifinales de la Liga de Campeones para medirse por un puesto en la final de Wembley a su rival más encarnizado. El enfrentamiento entre bávaros y merengues es, con veintiséis partidos, el duelo más repetido en la historia de la competición de clubes más importante del mundo. El Bayern de la temporada 2023-2024 es un equipo irregular. Por primera vez en once temporadas los hombres entrenados por Tomas Tuchel han perdido la Bundesliga y tampoco optan a la Copa de Alemania, por lo que se jugarán todo a una carta en la eliminatoria frente al Real Madrid. Se trata de un conjunto que a lo largo de un partido puede manejar varios registros tácticos según requiera el guion del mismo.
Tomas Tuchel es, ante todo, un entrenador práctico. No hay dogmas innegociables en su manera de plantear los partidos. Ante el Real Madrid pondrá en práctica un sistema 1-4-2-3-1 que en defensa se transforma en un 1-4-4-2, dejando descolgados en ataque a Kane y Musiala. El orden y los repliegues son fundamentales en su esquema: los extremos ayudan a los laterales, los dos medios son maestros de las coberturas y a la hora de defender son muy compactos.
Frente al Arsenal, en cuartos de final, se colocaron en un bloque medio durante tres cuartas partes de la eliminatoria, para pasar a dominar desde la posesión del balón en busca de verticalidad al inicio del segundo tiempo del partido de vuelta, momento en que Kimmich hizo el 1-0 con el que sellaron su pase a semifinales. En la ida jugada en Londres la iniciativa fue en todo momento del Arsenal con un 60-40 de posesión para los de Arteta. Los bávaros saben salir de la presión con calidad y en las transiciones son muy peligrosos.
La defensa es su talón de Aquiles esta temporada. A día de hoy los dos centrales titulares son el neerlandés De Ligt y el inglés Dier. El francés Upamecano por el que en 2021 pagaron 50 millones de euros al R. B. Leipzig no ha terminado de asentarse en el centro de la zaga. Una desastrosa eliminatoria la temporada pasada frente al Mánchester City en cuartos de final en la que cometió varios errores del bulto, lastró la confianza del internacional francés que no ha dejado muestras en el Allianz de la contundencia y seguridad de la que hacía gala en el R.B. Leipzig. El pasado verano el conjunto bávaro volvió a romper la hucha para hacerse con los servicios del coreano Kim Min-jae, pieza clave del Nápoles campeón del Scudetto. El peso de los 50 millones desembolsados para su contratación ha pesado en el asiático que todavía no ha enseñado la jerarquía mostrada a los pies del Vesubio.
La irregularidad de Upamecano y Kim Min- jae ha hecho que Tuchel haya dado su confianza en este tramo final de la temporada a Dier y De Ligt. Contra el Arsenal, al margen de alguna que otra duda en los balones por alto a balón parado, cumplieron.
El juego empieza en Neuer, capitán y jugador más veterano del equipo a sus 38 años. El guardameta es una leyenda viva del fútbol europeo y el juego con los pies una de sus señas de identidad. Prácticamente siempre inician el juego saliendo desde los laterales, siendo escasas las veces que fabrican una jugada a partir de Goretzka y Laimer, sus dos mediocentros. Ambos jugadores llevan a cabo otras funciones.
La salida a través de Joshua Kimmich es la más habitual. El lateral derecho reconvertido a centrocampista y ahora de nuevo ubicado en la banda, es el jugador clave del equipo junto a Musiala en la construcción. Sube el carril diestro y apoya al centro del campo por igual siendo, por así decirlo, un centrocampista que parte desde el lateral. Una buena defensa sobre él puede resultar decisiva para cortocircuitar el entramado ofensivo del Bayern. Arteta, en la ida de los cuartos de final, logro anularle con un movimiento ofensivo: colocó a Martinelli muy adelantado pegado a la banda izquierda lo que obligó al alemán a correr hacía atrás para que el extremo no le ganase la espalda. Ancelotti puede hacer lo mismo situando a Vinicius o Rodrygo pegados a la cal. Kimmich es también el encargado de sacar las acciones a balón parado; los saques de esquina desde el flanco izquierdo le gusta ponerlos cerrados al segundo palo.
El lateral izquierdo es para Alphonso Davies, pretendido por el Real Madrid. El canadiense no pasa por su mejor momento en Baviera sucediéndose la críticas a su alrededor por no renovar su contrato que acaba en 2025. El juego del Bayern, en muchas ocasiones, empieza través de él. Se trata de un jugador muy ofensivo que pisa con peligro el área rival y tiene un gran manejo del esférico. Estando físicamente al cien por cien (en febrero sufrió una distensión de ligamentos en la rodilla izquierda) puede ser un jugador determinante.
En el centro del campo Leon Goretzka y Konrad Laimer son dos grandes “equilibradores”. Quizás no tengan la capacidad para armar el juego que, por ejemplo, tiene Tony Kroos, pero poseen otras cualidades que los hacen peligrosos. Goretzka es un llegador de primerísimo nivel. Cerca del área rival genera constante peligro por su buen disparo y remate cabeza. El austriaco Laimer hace las coberturas a los laterales y al propio Goretzka, utilizando también en ocasiones su conducción de balón para romper líneas. Es el futbolista básico para equilibrar el juego del Bayern incrustándose en ocasiones entre los centrales.
El hombre fundamental en la medular es Jamal Musiala. El joven talento nacido en Inglaterra e internacional con Alemania es la piedra angular de los alemanes moviéndose por todo el frente del ataque con absoluta libertad. Todo el juego ofensivo pasa por sus botas. Técnicamente es muy completo destacando sus conducciones, el juego en corto en la frontal del área y la manera en que esconde el esférico. Los centrocampistas del Real Madrid deberán poner los cinco sentidos para evitar que reciba cómodo y se gire para conectar con Sane, Kane o Gnabry.
Los extremos son propiedad de Leroy Sané y Serge Gnabry. Ambos están entre algodones y son duda para el partido de ida por molestias en el pubis y una rotura de fibras, respectivamente. Sané, desde la posición de extremo diestro, es un puñal y un especialista en tirar diagonales al centro del área para finalizar las jugadas con su fina pierna izquierda. Su verticalidad es uno de los principales peligros del equipo de Tuchel.
El costado zurdo es propiedad de Gnabry. Al igual que Sane desborda hacia dentro en busca de diagonales, dejando la profundidad de la banda para las incursiones de Davies. De no estar disponible su puesto lo ocuparía Raphael Guerreiro tal y como ya hizo en la vuelta frente al Arsenal. El portugués es un lateral izquierdo que en ocasiones se desenvuelve desde medio campo.
Desde la marcha de Lewandowski al F.C. Barcelona en el verano de 2022 el Bayer de Múnich era un equipo falto de contundencia en ataque. La llegada de Harry Kane esta temporada procedente del Tottenham ha vuelto a cargar de dinamita el área contraria. En Bundesliga promedia 1,19 goles por partido con 31 tantos en 26 partidos, marcando 6 en la Liga de Campeones en 8 partidos. Salvando las distancias es lo más parecido a Karim Benzema que existe.
El inglés no se queda estático en la posición de nueve y la movilidad por todo el frente del ataque es una de sus principales cualidades. Rudiger tendrá que vérselas con un jugador totalmente diferente a Haaland, al que ya conoce de la Premier League. Sus movimientos entre la defensa y el medio campo rival (misma posición que ocupa Musiala) obligará a que los ajustes defensivos de los centrales y centrocampistas del Real Madrid sean muy precisos, pues Sane y Gnabry no dudarán en atacar los espacios que deje libre Kane gracias a continuas combinaciones y paredes con el propio ariete.
Si todo transcurre según lo previsto nos espera una eliminatoria larga que se decidirá en el Santiago Bernabéu. El fútbol moderno los errores penalizan caro y el Bayern, con Tuchel al mando, saldrá a minimizar errores, lo que por muchos momentos puede dar el control del partido a los blancos. Siéntense y disfruten del mejor fútbol del mundo.