Mucho tardaba en aparecer, se les empezaba a echar de menos. Llegaba la Champions, la competición reina del Real Madrid y el anti-madridismo tenía que volver a aparecer, esta vez por aplicarse el reglamento de fútbol.

El anti-madridismo no quiere conocer la regla 11

Minuto 2 del encuentro, el Leizpig anotaba el primer tanto, pero el árbitro asistente levantaba su banderín por fuera de juego. Todos pensaban que el VAR iba a dar por tanto el gol, pero no nos dábamos cuenta que Heinrichs empujaba a Lunin, eso según la Regla 11 de las Reglas del Juego (la regla del fuera de juego) está considerado como fuera de juego. Por cierto, no importa que Heinrichs le empuje con más intensidad o con menos, con que esté cerca de él y le interfiera o le dispute el balón, ya se considera fuera de juego.

Veamos que dice la regla:

Se considerará fuera de juego por interferir en el juego de un adversario de una de las siguientes maneras:

• impidiendo que juegue o pueda jugar el balón, al obstruir claramente el
  campo visual del adversario;
• disputándole el balón;
• intentando jugar claramente un balón cercano mediante una acción que
  tenga un impacto en un adversario;
• realizar una acción que afecte claramente a la posibilidad de un adversario
  de jugar el balón.

Por tanto, reglamento en mano, fuera de juego. Pero el anti-madridismo, en cambio, si les pareció fuera de juego el gol de Gerard Moreno anulado contra el Barcelona. Quizás, acostumbrados a la época de Negreira, ahora ese anti-madridismo rabia porque se aplique correctamente el reglamento. No tengan duda, volverá a aparecer al igual que el partido contra el Almería y el Atlético de Madrid.

«Ladran, nosotros cabalgamos»