El Real Madrid cumplió con lo esperado y se clasificó para la final de la Supercopa de España tras un correoso partido ante un combativo Mallorca. La falta de puntería mantuvo a los isleños en el partido hasta el final pese al claro dominio del actual campeón de la competición, que no sentenció el duelo hasta los minutos de descuento.

No hubo sorpresas en el once Ancelotti, que puso sobre el césped lo que a día de hoy parece el once titular para los partidos de alta alcurnia, con Mendy en el lateral zurdo, Camavinga en la posición de cinco, Bellingham por delante de los dos pivotes y Rodrygo, Vinicius y Mbappé en ataque. Los primeros compases del partido fueron un monólogo del Real Madrid, que salió presionando y con velocidad, mezclando balones en profundidad a los extremos con precisas triangulaciones. Mbappé, Lucas Vázquez y Rodrygo firmaron las primeras ocasiones. El Mallorca capeaba el temporal como podía. Maffeo, convertido en un anti Vinicius de poca monta, fingió una agresión del brasileño con la única intención de sacarle del partido cuando apenas había transcurrido un cuarto de hora. Fue tan grosero el teatro que resultó incompresible que no fuese amonestado por mal compañero y peor actor.

Mbappé muy enchufado

A base de balones largos en busca de una segunda jugada el Mallorca se sacudía el dominio merengue. Mbappé, que alternaba su posición con Vinicius, lideraba el ataque. Por momentos parecía imparable con incursiones al corazón del área desde el costado izquierdo. En una de ellas reclamó penalti. El dominio no se veía reflejado en el marcador a pesar de la maquinaria funcionaba a pleno rendimiento, con Bellingham repartiendo juego y Valverde y Camavinga rebañando todo lo que caía en la frontal del área.

Bellingham derriba la muralla

Con las cámaras de televisión enfocando a Benzema en uno de los palcos del estadio King Abdullah Sports City se reanudó el partido. Un durísimo choque cabeza con hombro de Tchouaméni con Larin dejó KO al galo, que fue sustituido por Asencio. El encuentro empezaba a trabarse fruto de un mar de interrupciones y a los de Ancelotti les costaba hilvanar jugadas de peligro como en la primera mitad. Por primera vez se empezaba a jugar a lo que le interesaba al Mallorca, conscientes los bermellones de que el empate en el minuto 90 les llevaba directamente a la isla de los penaltis.

Tuvo que ser Bellingham, una vez más, quien desequilibrase el partido y encarrilase el pase a la final. Vinicius desbordó por la derecha para que Rodrygo rematase de cabeza al palo; el rechace le cayó a Mbappé, que no acertó ante un mar de piernas; el esférico fue a parar a los pies del inglés, que derribó la muralla formada por el guardameta Greif y cuatro defensores sobre la misma línea de gol.

Sentencia en el descuento

El tanto reactivó al Madrid, que volvió a encadenar jugadas de peligro y ocasiones de todos los colores. En una de ellas Vinicius sentó a Maffeo sobre la línea de fondo y recortó hacia dentro para rematar fuera en una jugada que justificaba el precio de una entrada. El 2-0 lo metió Valjent en propia puerta tras desviar un pase de Brahim. El epílogo lo puso Rodrygo, que remató a la red un preciso centro de Brahim. El domingo espera el Barcelona en la tercera final consecutiva de la Supercopa que enfrentará a ambos conjuntos.

Ficha técnica

Real Madrid: Courtois; Lucas, Tchouaméni (Asencio min 53), Rüdiger, Mendy; Camavinga, Valverde (Ceballos min 74), Bellingham; Rodrygo, Vinicius (Brahim min 86) y Mbappé.

Mallorca: Greif; Maffeo, Valjent, Raíllo (Copete min 33), Mojica; Mascarell, Morlanes (Robert Navarro min 70), Darder (Asano min 71), Dani Rodríguez (Abdón Prats min 81); Larin (Samu Costa min 70) y Muriqi.

Goles: 1-0 Bellingham min 62; 2-0 Valjent (pp) min 92; 3-0 Rodrygo min 95.

Árbitro: De Burgos Bengoechea, con Trujillo Suárez en el VAR. Amonestó a Bellingham y Camavinga por parte del Real Madrid.